EL PUG O CARLINO
El pug o carlino es
una raza de pequeño con cara chata y arrugada de cuerpo
compacto y robusto. Esta raza suele resumirse como multum en parvo ("mucho
en poco"), describiendo la personalidad de este pequeño can.
La palabra
"pug" puede provenir del antiguo pugg, el cual es un
término cariñoso para un pequeño demonio juguetón o mono. Los cachorros
pug son llamados pugletitos. El término carlino se origina en
Francia debido a un famoso actor italiano del siglo XVIII, Carlo Antonio
bertinazzi, cuyo seudónimo fue Carlin. Su aspecto al interpretar el personaje
arlequin en el teatro parisino, recordaría al característico antifaz negro
de la raza.
Descripción:
Es un perro bajo y macizo de aspecto
cuadrado y compacto como caja de zapatos con patas, bien proporcionado y
musculoso; la cabeza, grande, redondeada y de aspecto sólido, está cubierta de
pliegues; el hocico es cuadrado y chato; los ojos, grandes y oscuros; tiene las
patas rectas y la cola rizada. El pelo es apretado, suave y brillante. El
carlino puede ser color plata o albaricoque suave con un antifaz negro, en los
dos casos presenta una raya negra que va de la cabeza a la cola; también puede
ser negro puro o blanco que es el más escaso y costoso de todos. Mide unos 30
cm a la cruz y pesa entre 6 y 8 kg. Su carácter confiado, dócil y amistoso hace
del carlino un apreciado animal de compañía. El pug es particularmente un perro
"con sentido del humor", exhibiendo expresiones faciales muy humanas
dada su estructura ósea. Por su llamativo aspecto algunas personas tienden a
pensar que las características del pug son el resultado de la manipulación
genética o la cruza endogámica. Sin embargo, las características del pug son
similares en los últimos quinientos años, época en la cual los europeos lo
comenzaron a importar desde China.
Pug negros
Se ha dicho que los Pug negros habían sido criados en Inglaterra mucho tiempo atrás, pero como habían sido criados a partir de ejemplares de color leonado y albaricoque, se consideró que se trataba de mutaciones y, por ello eran sacrificados al nacer. De todas formas, también es posible que estos perros «negros» no fueran negros verdaderos (ébano), sino tiznados, y que como resultado no fueran considerados atractivos.
En 1896, se hicieron esfuerzos por exhibir al Pug negro como si se tratara de una variedad obtenida en Inglaterra, pero a pesar del considerable apoyo, no fue permitido. Un famoso Pug negro llamado Nigger Sam era también conocido como «el Pug cantor». Parece ser que cuando se le daba un acorde con el piano o tarareando, captaba la nota y cantaba totalmente afinado. El Pug negro tenía, ciertamente, sus admiradores y se ha escrito que en 1900 dos de ellos fueron vendidos y llevados a Nueva York por un total de 350 libras esterlinas.
Comportamiento:
Los pugs bien entrenados y
adecuadamente socializados no son animales agresivos. Al igual que cualquier
perro, pueden morder, pero es raro que esto ocurra sin mediar maltrato hacia el
animal. Los pugs hacen honor a su lema "multum in parvo" y no se
amilanan ante perros de razas más grandes, lo cual los puede meter en problemas.
Ante los seres humanos,
tienden a mostrarse juguetones y buscan la interacción. Sin embargo pueden
mostrarse recelosos ante los extraños, y anunciar con sus ladridos la
presencia de personas desconocidas. Si bien por su tamaño no son perros
guardianes, sí son buenos "perros de alerta o alarma".
Los pug muestran un
moderado nivel de inteligencia, siendo capaces de emplear sus cortos hocicos y
las patas delanteras para obtener objetos fuera de su alcance. Tienden a veces
a la tozudez, y no necesariamente acuden cuando se les llama, sino más bien
cuando ellos quieren. A pesar de ello no son de alejarse mucho de sus dueños y
prefieren la compañía de estos a la de otros perros.
Durante los primeros años
de vida los pug pueden ocasionalmente ser hiperactivos (correr, saltar y ladrar
constantemente) pero esta característica tiende a desaparecer con los años. Los
pug de cinco o más años tienden a ser más tranquilos y a disfrutar más de los
sillones que de la calle.
Salud y cuidado
Un pug saludable se
comportará de manera enérgica y juguetona, e incluso un poco hiperactivo en sus
primeros años de vida. Su estructura maciza hace que toleren bien el juego con
niños y adultos, y su particularmente dura cabeza puede causar topetones y
caídas a niños pequeños y adultos mayores. Al ser braquicéfalos soportan mal el
calor. Tienen la traquea más estrecha que otras razas de perro.
Suelen padecer problemas de corazón.
Su cola tiene una
característica forma de espiral o de letra "Q". Esta variación de la
forma de la cola se debe a que las vértebras en esta porción de la columna son
en realidad hemivertebra. En algunos cachorros, esta alteración de la
forma se puede prolongar hacia el resto de la columna pudiendo llegar a
presentar síntomas de espina bífida. Debe palparse la columna del
animal antes de adquirirlo con el fin de evitar escoger un cachorro enfermo. Un
animal que sufre esta malformación no debe reproducirse con el fin de no pasar
este problema a su descendencia.
Dada la forma del cráneo
sus ojos tienen un aspecto saltón y vivaz. Al encontrarse los ojos localizados
anteriormente, están más expuestos al roce con plantas y objetos que los ojos
de otros animales, y es recomendable llevarlos al veterinario cuanto antes si
presentan una lesión. Es recomendable que los dueños de los pug limpien una vez
a la semana los ojos del animal con un algodón limpio humedecido con agua
hervida fría o té frío, con el fin de eliminar secreciones o suciedad.
Las características
arrugas de la cara también pueden acumular secreciones y suciedad. Se
recomienda al menos una vez a la semana el limpiar suavemente entre las arrugas
utilizando el mismo método. No es necesario aplicar jabones, cremas u otras
sustancias. El simple aseo basta y sobra. Hay que secar bien los pliegues con
una gasa seca, ya que si permanecen húmedos se crea irritación.
También hay que tener
especial cuidado con los oídos, ya que al tener las orejas caídas el aire no
circula y permite que la humedad se mantenga, lo que podría ocasionar
infecciones en el oído de tipo fúngico y/o bacteriológico, principalmente. Para
evitar esto es suficiente con asear las orejas una vez a la semana con una gasa
semi húmeda, recordando de secarles bien para evitar irritación. No
es aconsejable utilizar bastoncillos porque se podría ocasionar algún daño
permanente.
Si bien es un perro
de pelaje corto, tiende a pelechar constantemente, por lo que no se
recomienda su tenencia a las personas alérgicas o asmáticas. Presentan un característico
olor acre que puede incomodar a algunas personas, pero que disminuye con un
baño cada par de semanas.
Un 1% de
los cachorros pueden llegar a presentar una enfermedad neurológica
degenerativa llamada encefalitis del pug (o PDE por sus siglas en inglés. Esta
enfermedad es letal y no tiene cura conocida. Por esta misma razón los perros
no deben reproducirse antes de los dos años, con el fin de no transmitir este
gen a su descendencia. Pasado el año de vida es muy poco probable que el pug
llegue a presentar esta enfermedad.
Obesidad y sobrepeso
Sin embargo, el mayor
problema de salud que presentan los pug es uno que es completamente prevenible
y tratable, y que depende exclusivamente del dueño. Esta enfermedad es la obesidad.
El pug es un animal pequeño, y aunque enérgico, requiere de poco alimento. Sin
embargo, al ser un animal de compañía, los dueños tienden a sobre
alimentarlo y a compartir sus comidas con ellos. Esto no debe hacerse. El
pug puede perfectamente alimentarse con una taza de pienso seco en las mañanas
y una taza en la noche, y no pasará hambre ni requerirá ningún suplemento
extra. También puede alimentarse de forma natural con BARF vigilando
las porciones.
Alimentación
Un pug obeso es un animal
que enfermará puesto que no podrá respirar bien, se agotará con facilidad y
comenzará a sufrir problemas en la columna y en las articulaciones. Un pug
alimentado sanamente es, en cambio, un animal robusto, con su musculatura bien marcada
y claramente visible bajo la piel. Un pug saludable puede correr tan rápido
como cualquier otro perro, y puede saltar dos o tres veces su propia altura. Si
bien el animal disfruta el comer comidas extras y recibir "premios"
ocasionalmente, es tarea del dueño el asegurarse de que la cantidad y calidad
de alimento que consuma sea la adecuada. Aunque si se sobrealimenta al pug
puede causarle obesidad el método para que esto no ocurra sería siempre reducir
su dosis alimentaria y los "premios", nunca se debe intentar que el
animal haga más ejercicios de lo normal ya que su sistema respiratorio no
soportaría esa presión, ya que este sistema respiratorio es similar al de un
humano asmático.
Un pug que recibe cuidados
adecuados puede vivir más de catorce años, aunque en promedio suelen vivir
alrededor de diez.
Características:
La cabeza: es grande teniendo en cuenta el tamaño del perro, con arrugas
definidas y una máscara oscura en la cara.
Ojos: saltones, grandes y de color oscuro.
Hocico: es corto, es indeseable que el hocico tenga forma torcida y que
los dientes sean visibles.
Cuello: fuerte y grueso.
Orejas: las hay de dos tipos: "oreja de botón", es una oreja
que se pliega doblándose hacia adelante y la "oreja rosa", es una
oreja pequeña que se pliega hacia atrás.
Cuerpo: cuerpo compacto y corto con buenas costillas y pecho ancho.
Extremidades: buena angulación de las articulaciones.
Peso: peso ideal entre 6,3 y 10,5 kg.
Pelaje: denso y corto.
Cola: en espiral; la doble vuelta es apreciada para los criadores.
Patas: ni demasiado redondas ni demasiado largas y uñas negras.
Colores: arena, negro, atigrado o blanco.
El pug en el arte
Muchos artistas han incluido al pequeño y encantador pug en sus cuadros y, gracias a ellos, contamos con un buen indicador de los ejemplares en cada época. Goya retrató algunos hermosos ejemplares de esta raza, y a partir de ellos podemos decir que su calidad era alta en España.
William Hogarth (1697-1764) era propietario de un Pug. Su Autorretrato es muy conocido y muestra al artista con su perro. También incluyó a Pug en otros retratos y cuadros de familia.
Reingale es otro artista conocido por pintar animales y que retrató al Pug en sus obras. Muchos libros antiguos de perros incluyen grabados de esta adorable raza, aunque no todos ellos han sido apreciados por los aficionados al Pug. Aunque existen otros muchos retratos dignos de mención, Blonde and Brunette, pintado por Charles Burton Barber en 1879, es uno de mis favoritos y muestra a una joven dama absorta en su libro mientas su Pug descansa cómodamente apoyado sobre su brazo.
Por otro
lado, el Pug aparece en cajitas de rapé, recipientes para el
tabaco y en pisapapeles, además de en topes de puertas. De una forma un tanto
diferente, el Pug también fue retratado por los
francmasones alemanes. La imagen del Pug fue utilizada
como símbolo de testarudez cuando el Papa excomulgó a los francmasones en 1736.
famosos con pug
Muchas
personas muy respetadas y famosas fueron devotos propietarios de Pug durante los siglos XIX y XX. Entre ellos se
encontraban la reina Victoria, que tuvo 36 Pug a lo largo de
su vida, la reina Alejandra y el duque y la duquesa de Windsor.
Sotheby’s, de Nueva York, vendió una fabulosa colección de objetos del hogar parisino del duque y la duquesa, y en la sala de licitaciones aparecieron unos 120 Pug para ser subastados. Muchos objetos de recuerdo en los que aparecía este perro alcanzaron precios espléndidos, y un cuadro de un Pug con una muñeca japonesa alcanzó los 36.800 dólares. Incluso una almohada bordada que mostraba la cabeza de un Pug se adjudicó por más de 13.000 dólares y por un grabado de plata del duque de Windsor con el pugg Dizzy se pagaron 18.400 dólares. Un cuadro de un Pug negro sentado en una silla amarilla se vendió por 26.450 dólares.
Sotheby’s, de Nueva York, vendió una fabulosa colección de objetos del hogar parisino del duque y la duquesa, y en la sala de licitaciones aparecieron unos 120 Pug para ser subastados. Muchos objetos de recuerdo en los que aparecía este perro alcanzaron precios espléndidos, y un cuadro de un Pug con una muñeca japonesa alcanzó los 36.800 dólares. Incluso una almohada bordada que mostraba la cabeza de un Pug se adjudicó por más de 13.000 dólares y por un grabado de plata del duque de Windsor con el pugg Dizzy se pagaron 18.400 dólares. Un cuadro de un Pug negro sentado en una silla amarilla se vendió por 26.450 dólares.
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